El Eco del Pasado de Ernesto Zedillo: Una Reflexión sobre la Democracia Mexicana
El relato de Edgar Allan Poe, en el que un asesino es delatado por el latido del corazón de su víctima oculta, sirve como una potente metáfora para abordar el legado del expresidente mexicano Ernesto Zedillo. Recientemente entrevistado en España, Zedillo ha vuelto a advertir sobre el aparente debilitamiento de la democracia en México, mientras el eco de su propio pasado resuena con fuerza.
Reflexiones sobre el Poder Judicial
En su discusión sobre el desmantelamiento del poder judicial y del Estado de Derecho, la memoria de Zedillo se convierte en un latido persistente. Durante su administración, jubiló a veintiséis ministros de la Corte mediante una reforma apresurada, aprobada casi sin debate y en un día festivo, lo que no fue parte de una promesa de campaña ni de un mandato popular.
A pesar de las breves menciones a esta reforma en la entrevista, los ecos del escándalo que la motivó son innegables. Zedillo, al igual que el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, identificó corrupción en el sistema judicial y optó por apartar a todos los jueces. Sin embargo, su administración terminó creando un Consejo de la Judicatura que, a lo largo de los años, no logró imponer sanciones efectivas.
La Cooptación de la Corte y la Persistente Erosión Institucional
El tema de la cooptación de la Corte durante la administración de Zedillo resuena a lo largo de la conversación con un eco inquietante. Su silencio respecto a la erosión de las instituciones a lo largo de los años aumenta la reverberación de esos murmullos del pasado.
Proyecciones sobre la Reforma Electoral
Con respecto a la próxima reforma electoral, Zedillo se muestra pesimista, al advertir que esta “destruirá las condiciones para una equilibrada competencia”. Sin embargo, su falta de visión no se limita al futuro, sino también al propio pasado que lo precede.
La Militarización de la Seguridad en México
Zedillo denunció la militarización de la seguridad impulsada por la Cuarta Transformación, pero olvidó que él mismo inició este proceso. En 1997, entregó el mando del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas a un militar, marcando así el comienzo de la Policía Federal Preventiva, compuesta en gran parte por fuerzas armadas.
Es crucial subrayar que esta militarización no es un fenómeno nuevo, sino una herencia de decisiones tomadas en el pasado que han quedado sin ser cuestionadas seriamente.
La Herencia de la Pobreza
En su conversación, Zedillo eludió mencionar la pobreza en México, un tema que azota la memoria colectiva. Durante su sexenio, millones de ciudadanos cayeron en la pobreza alimentaria, convirtiéndose en una herida abierta que pocos pueden ignorar.
El expresidente parece sordo a los ecos de aquellos tiempos: mientras su partido utilizaba a la población como escalera hacia el poder, el movimiento actual procura la dignificación de esas mismas grandes mayorías.
Exageraciones y Realidades
Para restar atención al latido de su propio pasado, Zedillo opta por exagerar las circunstancias actuales, incluso afirmando que en México se ha anulado el amparo, una afirmación que carece de fundamento y que él presenta con desmedida magnitud.
El Legado de Zedillo No Será Ignorado
A medida que la entrevista se aproxima a su fin, queda claro que, aunque Zedillo ofrezca una narrativa ordenada, lo que no percibe es el resonar del pasado que aún exige ser escuchado. Su administración no quedará enterrada bajo el peso del tiempo; todos la recordamos y su legado continúa vigente en el discurso político de México.