Un soldado norcoreano desertó el domingo al atravesar la Zona Desmilitarizada (DMZ), un área sumamente vigilada que divide la península de Corea desde el final de la Guerra de Corea en 1953. El Ejército de Corea del Sur, siguiendo el protocolo correspondiente, tomó bajo su custodia al desertor. Así lo informó el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, que precisó que el fugitivo fue monitoreado durante todo su traslado.
Según la prensa local surcoreana, el soldado manifestó su intención de desertar durante el interrogatorio y actualmente se encuentra «bajo investigación» para determinar las razones de su huida. En su comunicado, las autoridades surcoreanas afirmaron que no han observado «movimientos inusuales» en el ejército norcoreano.
Antecedentes de deserciones en la península
Este incidente marca la tercera deserción desde que Lee Jae-myung asumiera el gobierno en junio, siendo la primera que involucra a un soldado. Antes, un civil había cruzado la línea divisoria el 3 de julio, y otro fue rescatado en aguas neutrales del río Han el 31 de julio, según informaciones del diario Hankook Ilbo.
El peligro de cruzar la DMZ
Cruzarse entre las dos Corea es extremadamente arriesgado. La Zona Desmilitarizada se extiende 248 kilómetros de largo y 4 kilómetros de ancho, y está repleta de minas y trampas antitanque, además de tener fuertes patrullas militares. Este territorio, un vestigio de la Guerra Fría, ha visto a las tropas norcoreanas abrir fuego en varias ocasiones contra fugitivos.
A pesar del riesgo, las deserciones desde Corea del Norte, bajo el régimen de Kim Jong-un, no son totalmente inusuales. Sin embargo, la mayoría de los desertores suelen escapar primero hacia China y luego intentar llegar a Corea del Sur o a través de un tercer país. Desde 1998, más de 34,000 norcoreanos han llegado a Corea del Sur, según el Ministerio de Unificación surcoreano.
Estadísticas de deserciones
El año 2009 vio cifras récord de desertiones, alcanzando cerca de 3,000. No obstante, esta cifra disminuyó bruscamente en 2020 debido al aumento de los controles norcoreanos y el cierre de las fronteras durante la pandemia de COVID-19. Hasta 2024 se registraron 236 deserciones, y hasta la fecha ya van 96 en 2025.
Informe de la ONU sobre derechos humanos en Corea del Norte
Algunos desertores han ayudado a arrojar luz sobre la situación interna de Corea del Norte, un país donde escasean las noticias independientes. El último informe del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, publicado en septiembre, se basa en testimonios de 314 personas que abandonaron el país entre 2014 y 2025.
Este informe destaca un aumento en la aplicación de la pena de muerte en la última década, así como ejecuciones relacionadas con la difusión de información extranjera. Además, señala que Corea del Norte ha intensificado el control sobre su población, restringiendo severamente los derechos y libertades fundamentales.
Las penas por intentar cruzar ilegalmente la frontera han aumentado desde 2020, estableciendo un mínimo de cinco años de prisión para los sospechosos de deserción. Desde la apertura parcial de las fronteras en 2023, cientos de personas que intentaron escapar a través de China han sido repatriadas, lo que contraviene las «obligaciones de no devolución» de Beijing. Según la ONU, “ninguna otra población está sometida a tales restricciones en el mundo actual”.