La Importancia de Leer para Aprender a Escribir
El apreciado Lluís Izquierdo, profesor de la Universitat de Barcelona, afirmaba que, en su época —similar a la nuestra—, el objetivo principal al enseñar literatura era «aprender a leer». Esta habilidad, en su sentido más completo, implica disfrutar de un texto, comprenderlo, evaluar las técnicas utilizadas por el autor y apreciar los elementos estéticos presentes en él. Además, al aprender a leer, se facilita también el proceso de escritura, que es el eje central de este artículo.
La Selección de Textos de Calidad
Para dominar la lectura y la escritura, es esencial elegir textos de alta calidad, tanto en estilo como en contenido. Un ejemplo clásico es la obra del autor francés Bossuet, que, a pesar de tratar temas de difuntos y religión, destaca por su magnífico estilo. Más adelante, Gustave Flaubert, con su novela Madame Bovary, se convirtió en un modelo de estilo gramaticalmente correcto, con una lógica impecable entre párrafos, una sonoridad notable y una precisión léxica digna de admiración, comparable a la prosa de Josep Pla. Integrando estas lecciones, un escritor puede lanzarse a crear sus propias obras: aunque la «historia» o el argumento puedan no ser cautivadores, un estilo rico hará que cualquier libro sea placentero y provechoso.
Influencia de la Traducción de Madame Bovary
En 1992, Lluís Maria Todó tradujo Madame Bovary, ofreciendo a los escritores catalanes la oportunidad de considerar esta obra como un modelo estilístico. Este mismo impulso hacia la innovación literaria se observa en la literatura catalana, que a menudo se caracteriza por ser «adámica», es decir, carente de referencia a los precedentes históricos y culturales. Sin embargo, hay otros modelos de estilo en diferentes lenguas, como Goethe, cuya prosa ha influido en casi toda la literatura alemana posterior, o las novelistas inglesas del siglo XIX, cuya obra continúa siendo un referente en la literatura occidental contemporánea.
Ejemplos de Estilo en Madame Bovary
Un profesor podría cautivar a sus alumnos con pasajes seleccionados de Madame Bovary. Por ejemplo, la descripción del peinado de la señorita Rouault, luego esposa del médico Bovary, donde Flaubert escribe: «Duia els cabells partits en dos bandós negres que semblaven tallats d’una sola peça». Este nivel de detalle permite a los lectores una apreciación mayor de la descripción literaria.
Otro ejemplo se presenta en el capítulo IV, durante la fiesta de boda de Rouault y el médico. Flaubert logra transmitir en una sola frase que los asistentes eran campesinos, enfatizando el detalle de que «les orelles se separaven dels caps» tras salir del barbero. Este uso ingenioso del lenguaje realza la experiencia de lectura.
La famosa gorra del niño Bovary es otro pasaje que podría entretener a los alumnos: «Era un d’aquells barrets d’ordre compost…». La rica descripción de este objeto casi grotesco permite apreciar la profundidad del lenguaje utilizado por Flaubert.
La escena del primer enamoramiento de Bovary también es reveladora. Se narra cómo Charles busca su fuet, un momento que provoca un encuentro accidental entre él y Emma, enfatizando la sutileza de la narración y la complejidad de las interacciones humanas.
Estilo Preciso de Flaubert
La precisión y el estilo elíptico de Flaubert, en su búsqueda estética, se evidencia en la frase de su última novela, Bouvard et Pécuchet, donde se menciona que «la roba penjava verticalment de l’estenedor». Esta descripción condensa una escena que refleja su entorno y las condiciones climáticas de Normandía, evidenciando su maestría literaria y su preferencia por el orden lógico.
Con estos ejemplos claros, se ilustra cómo los alumnos de todos los niveles pueden desarrollar una afinidad hacia la lectura al adentrarse en textos como los de Flaubert.