Por primera vez desde el retorno a la democracia en 1983, Argentina tendrá un militar al frente del Ministerio de Defensa. El presidente Javier Milei ha nombrado como nuevo titular de esta cartera al teniente general Carlos Presti, actual jefe del Ejército, quien sustituirá a Luis Petri, designado como diputado nacional a partir del 10 de diciembre.
Este nombramiento tiene un gran significado simbólico, tal como lo enfatiza el comunicado gubernamental. “Por primera vez desde el regreso de la democracia, una persona con una intachable carrera militar ocupará el ministerio encargado de la defensa nacional y de las Fuerzas Armadas”, señala el texto oficial. Este cambio busca poner fin a la demonización que, según el Gobierno, ha sufrido la institución militar a lo largo de los años.
Historia del Ministerio de Defensa en Argentina
El último militar que ocupó el cargo de ministro de Defensa fue el contraalmirante Norberto Couto, quien fue destituido en diciembre de 1981. A partir de ese momento, la junta militar designó a civiles para el puesto, comenzando con Amadeo Frúgoli, abogado y exministro de Justicia. Desde entonces, todos los ministros de Defensa han sido civiles, lo que refleja la política de condena hacia los altos mandos militares vinculados a crímenes de lesa humanidad durante la dictadura.
Para Javier Milei, esta tradición de encabezar el ministerio con civiles ha evidenciado una «demonización» de las Fuerzas Armadas, una percepción que su Gobierno busca cambiar.
Nuevos nombramientos en Seguridad
Además del nombramiento de Carlos Presti, el Gobierno también anunció que Alejandra Monteoliva asumirá el cargo de ministra de Seguridad. Monteoliva, actual vice del ministerio, sustituirá a Patricia Bullrich, senadora electa por La Libertad Avanza. En el comunicado se destaca que Monteoliva ha sido clave en la implementación de la “Doctrina Bullrich”, que prioriza la lucha contra el narcoterrorismo y la delincuencia organizada en Argentina.
Continuidad en la gestión gubernamental
La presentación simultánea de estos nuevos ministros busca reflejar una continuidad en la administración de áreas consideradas fundamentales por el Gobierno. Esta estrategia resulta notable, especialmente al considerar que el ministerio de Defensa invirtió más de 300 millones de dólares en 2022 para la compra de 16 aviones de combate F-16 a Dinamarca, un gasto ostensible en comparación con otras secciones del Gobierno.
Es importante señalar que Milei se vio obligado a realizar estos cambios, ya que ambos ministros habían sido electos para cargos legislativos en los comicios del 26 de octubre. Estos no son los únicos movimientos en el Gabinete; hace tres semanas, el presidente también aceptó la renuncia de su jefe de ministros, Guillermo Francos, junto con el ministro del Interior, considerados hombres de su confianza.