El Aumento de la Extorsión en México: Un Desafío Invisible
México se enfrenta a una crisis de seguridad que no siempre se refleja en las estadísticas oficiales. Aunque el Gobierno federal, liderado por Claudia Sheinbaum, reporta descensos en los homicidios y otros delitos de alto impacto, la realidad de la extorsión sigue creciendo, un fenómeno que las autoridades han tenido dificultades para controlar. En los últimos años, lo que antes era un enfoque centrado en la producción y tráfico de drogas ha dado paso a esquemas de extorsión cada vez más sofisticados.
Aumento de Denuncias de Extorsión
Los casos de extorsión han crecido proporcionalmente a las denuncias, aunque se reconoce que muchas de estas situaciones permanecen en la cifra negra, ocultas a las autoridades. En julio, el Gobierno lanzó una estrategia especial para abordar este problema, cuyos resultados aún son inciertos. Mientras tanto, las mafias continúan avanzando y adaptándose. Salvador Maldonado, investigador del Colegio de Michoacán, describe cómo este fenómeno comenzó como un “discurso seductor”, donde el crimen ofrecía protección a cambio de un pago, y ha evolucionado hacia un modelo de inserción en las cadenas productivas.
El Caso de Bernardo Bravo en Uruapan
El asesinato reciente de Bernardo Bravo, representante de los productores de limón en el Valle de Apatzingán, destaca esta problemática. Bravo enfrentaba una situación crítica en un contexto donde las organizaciones criminales exigen pagos informales, conocidos como cuotas. Lo que comenzó con el cobro de una tarifa para permitir la producción y distribución de limones ha avanzado a un control más extenso del mercado, dictando incluso cuándo se pueden cosechar los productos.
Antes de su asesinato, Bravo intentaba negociar condiciones más favorables, buscando reducir las tarifas exorbitantes exigidas por los criminales y obtener permisos para cosechar más días a la semana. Sin embargo, su esfuerzo culminó en homicidio, revelando la brutalidad y el poder que ejercen estas organizaciones en la región.
Los Viagra: Un Nuevo Paradigma Criminal
Diversos actores políticos han señalado a Los Viagra como responsables del crimen. Guillermo Valencia, diputado local, aseveró que este grupo ha suplantado al Estado en funciones básicas, como la recaudación de impuestos y el uso de la fuerza pública. Este clan familiar ha crecido en el contexto de la estrategia de “caza al kingpin” utilizada por las autoridades, una táctica que, lejos de debilitar el crimen, ha dado lugar a un aumento de la criminalidad local.
Extorsión como Parte del Sistema Económico
A medida que las organizaciones delictivas se establecen en las comunidades, la extorsión se ha convertido en un engranaje del sistema económico. Beatriz Magaloni, autora del estudio Living in Fear: The Dynamics of Extortion in Mexico’s Drug War, señala que los grupos de narcotráfico, al competir por el control del territorio, tienden a recurrir a la extorsión. Este fenómeno crea un ciclo difícil de romper, donde cada acto delictivo se entrelaza con la economía local.
El problema se complica por la naturaleza de las relaciones entre las mafias y las comunidades. “La desarticulación de un grupo no importa tanto, porque ya están incrustados en las cadenas productivas”, explica Maldonado. Esto sugiere que, al eliminar un grupo delictivo, el sistema se reajusta automáticamente, perpetuando la extorsión como parte de la vida cotidiana de las personas.