El Sistema Nacional Anticorrupción: Desafíos y Contradicciones en el Gobierno de Morena
El Gobierno de Enrique Peña Nieto es recordado por sus escándalos de corrupción, que marcaron la política mexicana con casos emblemáticos como la Estafa Maestra, la Operación Safiro, la Casa Blanca y el caso Odebrecht. A pesar de estos escándalos, su mandato también vio la creación del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), una iniciativa diseñada para enlazar a diversas autoridades en la lucha contra la corrupción y dar un papel protagónico a la ciudadanía en la supervisión de estos mecanismos. Sin embargo, la llegada de la administración de Morena, primero bajo Andrés Manuel López Obrador y ahora con Claudia Sheinbaum, ha llevado al SNA a un estado de abandono y desuso.
Un Nuevo Enfoque e Incumplimientos
El enfoque de Morena sobre la corrupción en la función pública está íntimamente ligado a la percepción que tiene López Obrador, quien considera que la corrupción es el principal responsable de la desigualdad en el país. Con esta idea, se presentó como candidato en 2018, afirmando que «si el presidente es honesto, los gobernadores serán honestos», una premisa que no ha demostrado ser efectiva. Recientemente, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló que en el último año de su administración se gastaron más de 5,000 millones de pesos del presupuesto público de manera irregular.
Fallos en la Estrategia Anticorrupción
Bajo la administración de López Obrador, la investigación sobre corrupción se centralizó en el Ejecutivo, limitando la capacidad del Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) y restringiendo el acceso a la vigilancia ciudadana. Uno de los casos más significativos es el de Segalmex, que resultó en un quebranto de al menos 3,000 millones de pesos. A pesar de la gravedad del caso, la Fiscalía Anticorrupción, que fue impulsada por el SNA, ha archivado más de mil expedientes y ha llevado a juicio solo el 3% de los casos registrados.
Resistencia y Captura del Sistema
El SNA, que reúne a representantes de varias instituciones, se ha visto afectado por la influencia del oficialismo. Vania Pérez, presidenta del Comité de Participación Ciudadana del SNA, ha enfrentado dificultades para impulsar investigaciones sobre casos emblemáticos de corrupción. A pesar de sus esfuerzos, su propuesta para analizar desvíos significativos en organismos como la Comisión Nacional del Deporte (Conade) fue retardada, mostrando la resistencia de algunos miembros del comité ante cualquier acción que pudiera comprometer al Gobierno.
El Contexto de la Corrupción en México
La percepción de corrupción en México ha alcanzado niveles alarmantes. Transparencia Internacional ha clasificado al país en su peor posición histórica en el Índice de Percepción de Corrupción, empatándolo con naciones como Irak y Uganda. Eduard Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, señala que la investigación de casos relevantes, como el huachicol fiscal, demuestra que el sistema anticorrupción opera con un enfoque presidencialista, donde las acciones dependen del interés del Ejecutivo. Esto deja de lado otras denuncias de corrupción que afectan el bienestar social, tales como violaciones a derechos humanos y el acceso a servicios públicos.
Implica Un Caminos a Seguir
El SNA enfrenta desafíos significativos para abordar la complejidad de la corrupción moderna, que no se limita a la malversación de fondos, sino que incluye una serie de delitos financieros y actividades del crimen organizado. La solución requiere un enfoque coordinado y sistémico que sobrepase la mera voluntad del presidente. México debe reenfocar su estrategia para combatir redes macrocriminales que utilizan la corrupción como un factor operante.
En el contexto actual, es crucial abordar estas temáticas con un enfoque renovado que permita a México recuperar el control ante la corrupción y restablecer la confianza en sus instituciones.