Desastre Sanitario en Argentina: El Caso del Fentanilo Contaminado
La alarma se encendió en los pasillos de terapia intensiva del Hospital Italiano de La Plata, ubicado a unos 60 kilómetros al sur de Buenos Aires. A principios de abril, familiares de pacientes internados compartían su angustia: “Se están muriendo muchos”. La preocupación era tangible y se replicaba en otros centros de salud del país. Lo que no sabían es que estas muertes estaban vinculadas a la aplicación de fentanilo clínico contaminado con dos bacterias resistentes, Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, que habían provocado severas enfermedades respiratorias, llevando a la muerte a los afectados.
Cifras Alarmantes
Seis meses después, el número de muertes registradas por la Justicia asciende a 124. Los directivos de los laboratorios argentinos responsables de la producción de fentanilo, Ramallo S.A. y HLB Pharma, enfrentan la prisión preventiva. Las familias afectadas creen que la cifra real de fallecidos es mucho más alta y reclaman que se investigue toda la cadena de responsabilidades en esta catástrofe sanitaria sin precedentes.
Homenaje a las Víctimas en Rosario
El pasado jueves, se llevó a cabo un emotivo homenaje en la ciudad de Rosario, la tercera más poblada de Argentina. Bajo el Monumento de la Bandera, se encendieron velas y se colocaron claveles blancos en memoria de cada una de las 124 víctimas. Los asistentes llevaban carteles con fotos de los fallecidos, entre ellos, la imagen de Ariel García Furfaro, dueño de los laboratorios implicados, con la palabra “asesino” escrita en rojo y mayúsculas.
Ineficiencia en el Control Sanitario
Los familiares expresaron su dolor y frustración, recordando las irregularidades de los laboratorios que habían pasado desapercibidas por las autoridades durante siete años. En 2024, una inspección de ANMAT identificó «deficiencias críticas» que comprometían la calidad y seguridad de los medicamentos elaborados, pero se ordenó la inhabilitación de los laboratorios solo tres meses después, momento en que ya se habían distribuido más de 300.000 ampollas contaminadas.
Testimonios de Dolor
Las historias de los familiares presentan tristes similitudes. La abogada Ivana Esteban, cuyo caso es emblemático, lamentó la pérdida de su madre, quien falleció debido a la administración de fentanilo adulterado. “Fue un asesinato silencioso”, subrayó Esteban, quien destaca la desesperación de las familias por la falta de información sobre el deterioro de la salud de sus seres queridos.
Ana María Carranza, madre de Ana Belén Salazar, recuerda con amargura cómo su hija fue sometida a tratamientos con antibióticos ineficaces, a pesar de que la causa de su enfermedad se ocultó. «Nos mataron a la princesa de la familia», declaró Carranza, quien busca justicia para su hija.
Investigaciones y Consecuencias Legales
La investigación judicial, liderada por el juez Ernesto Kreplak, ha procesado a 16 personas por el presunto delito de adulteración de sustancias medicinales. Esto incluye a ejecutivos de los laboratorios que, según la acusación, eran conscientes de las deficiencias en la producción. La fiscal María Laura Roteta informó que las penas podrían llegar hasta 25 años de prisión, lo que refleja la gravedad del caso.
Compromisos del Congreso
Ante la magnitud del escándalo, el Congreso argentino ha creado una comisión de investigación para analizar las fallas del sistema de control sanitario que permitieron esta tragedia. La diputada Mónica Fein enfatizó la necesidad de fortalecer las normativas y mejorar la supervisión de la calidad de los medicamentos.
Demandas de Justicia y Visibilidad
Las familias afectadas piden apoyo a la sociedad argentina para visibilizar esta “masacre sin precedentes” y asegurar que quienes son responsables enfrenten consecuencias. Luis Ayala, padre de un docente fallecido, enfatizó que su lucha por justicia no se detendrá hasta que se conozca toda la verdad.