La digitalización ha transformado nuestras vidas, permitiéndonos realizar múltiples gestiones desde dispositivos móviles, como pagar facturas o gestionar contratos. Sin embargo, esta comodidad también ha aumentado el riesgo de ser víctimas de estafas, especialmente en lo que respecta al suministro eléctrico, a través de prácticas como el phishing.
Cualquiera puede caer en estos engaños. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) señala que aproximadamente el 7% de los cambios de comercializadora de electricidad y gas tienen irregularidades documentales o carecen de un consentimiento claro. Los informes indican que el medio más utilizado para estos fraudes suele ser el teléfono, a través del cual los estafadores logran cambiar de suministrador a los clientes sin que estos se den cuenta.
La CNMC señala que aproximadamente el 7% de los cambios de comercializadora de electricidad y gas tienen irregularidades documentales o carecen de un consentimiento claro.
Evolución del engaño
El phishing no es un fenómeno nuevo. Desde hace más de tres décadas, los ciberdelincuentes han utilizado correos falsificados para robar contraseñas. En España, la facilidad para cambiar de compañía energética, con más de 400 opciones disponibles, ha llevado a que el 24% de los usuarios variaran su proveedor en el último año. Sin embargo, muchos de estos cambios son involuntarios y fruto de engaños.
Los estafadores han sofisticado sus técnicas, presentándose como empleados de compañías energéticas y utilizando información personal del cliente, como nombre y dirección, así como consumos estimados, para generar confianza. Suelen ofrecer descuentos atractivos o alegar gestiones urgentes sobre contratos o facturas. La urgencia es clave: buscan provocar una reacción rápida y sin reflexión en la víctima. Recientemente, han empezado a emplear inteligencia artificial para crear mensajes y voces sintéticas que imitan profesionales del sector.
No todas las estafas tienen los mismos objetivos; algunas buscan un beneficio económico inmediato, mientras que otras simplemente buscan recopilar datos para futuros fraudes.
¿Qué buscan realmente los estafadores?
Tipos de actividades fraudulentas según Endesa
- Cambio de comercializadora sin consentimiento: El estafador convence al usuario de modificar su contrato, cobrando una comisión por cada cambio gestionado.
- Suplantación de identidad: La información personal se utiliza para actuar en nombre del cliente.
- Venta de datos a terceros: Los datos recopilados se venden a otras entidades para usos comerciales o fraudulentos.
- Compras con datos robados: Con el acceso a números de tarjetas o cuentas bancarias, se pueden realizar compras en línea.
- Pagos urgentes falsos: Se envían mensajes o correos exigiendo pagos inmediatos para evitar, por ejemplo, un corte de suministro.
Diferenciando entre comercializadora y distribuidora
Una estrategia común en estos fraudes es la manipulación psicológica, que busca que la víctima actúe sin pensar. Una clave para evitar ser víctima es entender claramente el papel de cada entidad en el suministro energético. La comercializadora es la que mantiene la relación contractual con el cliente y gestiona pagos, mientras que la distribuidora es responsable de llevar la energía al hogar y no tiene contacto directo con el consumidor.
Los estafadores suelen confundirse entre estos roles; si alguien se presenta como distribuidora y solicita información personal o quiere cambiar un contrato, es una señal clara de fraude. Además, Endesa enfatiza que las comercializadoras nunca piden datos personales de manera proactiva, solo lo hacen si es el cliente quien ha solicitado algún cambio.
Prevención ante estafas
Para combatir estas estafas, las recomendaciones se dividen en dos momentos: antes y durante el intento de fraude. Mantenerse informado es fundamental. Endesa ha desarrollado diversas iniciativas, como guías, artículos y alertas a través de redes sociales, destacando contenido especializado sobre fraudes. También envían mensajes informativos en las facturas y capacitan a empleados y colaboradores para reconocer prácticas sospechosas.
Si se recibe una llamada o mensaje sospechoso, es recomendable seguir ciertas pautas: hacer preguntas sobre la empresa, no proporcionar información personal en ningún caso, no tomar decisiones rápidas y verificar la llamada mediante canales oficiales.
Endesa ha lanzado un buscador de números autorizados, donde los usuarios pueden verificar si el número de contacto pertenece realmente a la empresa.
Endesa ha implementado un buscador de teléfonos autorizados en su sitio web, que permite verificar en segundos si el número desde el que se les ha contactado es legítimo. Si no aparece, podría tratarse de un intento de estafa.
Finalmente, conservar el número de la llamada puede ser útil si se decide presentar una denuncia ante organismos como la Policía Nacional o la CNMC. En un mundo tan interconectado, la mejor herramienta contra el fraude es la información, y estar alerta es esencial para protegerse.