Esmeraldas colombianas en el robo de joyas del Museo del Louvre

EL PAÍS

El reciente robo en el museo del Louvre ha impactado significativamente al mundo del arte y, en particular, al sector de las esmeraldas en Colombia. Ocho piezas fueron sustraídas de la Galería Apolo, entre las que destacan un collar y un par de pendientes imperiales, ambos elaborados con esmeraldas extraídas de las minas de Muzo, en Boyacá, Colombia. Estas joyas pertenecieron a María Luisa de Austria, segunda esposa de Napoleón Bonaparte. Esta situación ha reavivado el interés por las esmeraldas colombianas y su valor en el mercado internacional.

El valor de las esmeraldas colombianas

Las esmeraldas robadas son conocidas por su intenso color ‘verde muzo’, que ha sido altamente valorado en la alta joyería europea. La Federación Colombiana de Esmeraldas (Fedesmeraldas) ha confirmado la nacionalidad de las piedras y calificado el hecho como “un atentado contra el arte y la historia de la humanidad”.

Expertos en la escena del robo

La historiadora y tasadora de arte, Ana Trigo, señala que las esmeraldas de las joyas robadas son casi sin inclusiones, lo que las convierte en extremadamente valiosas. “El collar podría valorarse en unos 12 millones de euros, mientras que el conjunto podría alcanzar hasta 15 millones”, afirma Trigo. Explica que el collar está compuesto por 32 esmeraldas, diez de las cuales tienen forma de gota, adornadas con más de 1.100 diamantes.

Las joyas en el mercado internacional

Las autoridades francesas inicialmente valuaron las ocho joyas robadas en 96,4 millones de euros, cifra que luego fue ajustada a 88 millones de euros, aproximadamente 400.000 millones de pesos colombianos. Javier Tolosa, director de la Corporación del Centro de Desarrollo Tecnológico de la Esmeralda Colombiana, ha indicado que se están realizando estudios gemológicos para determinar el valor exacto y el origen de estas joyas.

Muzo, la cuna de las esmeraldas

La pérdida de estas joyas es considerada un ultraje a la herencia esmeraldera de Colombia. Muzo, ubicado a 96 kilómetros al noroccidente de Bogotá, es conocido como la capital mundial de las esmeraldas, con minas que han sido explotadas desde el siglo XVI. En 2024, Colombia exportó esmeraldas por un valor de 127,5 millones de dólares, consolidándose como el mayor exportador mundial de estas piedras preciosas. La industria de las esmeraldas genera 2.000 empleos directos y 6.000 indirectos en el país.

La historia detrás del conjunto robado

El conjunto de joyas tiene sus raíces en 1810, cuando Napoleón I encargó un regalo nupcial para María Luisa de Austria. A lo largo del tiempo, las esmeraldas han pasado por diversas manos, con muchas piezas dispersándose en el siglo XX. Finalmente, el collar y los pendientes fueron adquiridos por el Louvre en 2004, donde permanecieron hasta el robo de octubre pasado.

Peligros de la situación actual

Ana Trigo advierte que una “batalla contra el tiempo” está en curso para recuperar las joyas intactas. El riesgo de que las piezas sean desmontadas y perdidas para siempre es alto. Las teorías sobre el motivo del robo van desde el desmantelamiento para vender las gemas por separado hasta la posibilidad de un secuestro artístico para pedir rescate.

El modus operandi del robo ha despertado sospechas sobre la posible implicación del grupo criminal conocido como las Panteras Rosas, que es responsable de otros robos similares. Este grupo, compuesto mayoritariamente por serbios, se especializa en desmantelar piezas valiosas para comercializarlas.

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