La Fiscalía General de la República (FGR) ha detenido en Tijuana a Jorge Antonio Sánchez Ortega, un exagente del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN). Este arresto se enmarca en el contexto del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien fuera candidato presidencial del PRI en 1994, y a quien se le ha vinculado con el rol de un segundo tirador en el evento trágico de su muerte.
La captura ocurrió alrededor de las 17.00 horas en el barrio de Los Reyes, ubicado a 13 kilómetros al sur de Lomas Taurinas, donde tuvo lugar el homicidio de Colosio en marzo de 1994. En esa ocasión, Sánchez Ortega fue detenido en la escena del crimen, después de haber sido encontrado con prendas ensangrentadas y haber dado positivo en una prueba de residuos de disparo. Originalmente fue liberado al día siguiente, tras determinarse que el disparo fatal provenía del arma de Mario Aburto, el asesino confeso.
Muchos años después y con el caso Colosio tratado como cerrado, el nombre de Sánchez Ortega resurgió en 2024. En julio de ese año, el presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó que el Poder Judicial se había negado a emitir una orden de captura contra el exoficial, quien había sido señalado durante años como un posible segundo tirador en el magnicidio. Obrador afirmó que Sánchez Ortega había tenido la protección del Estado para evitar su implicación en la investigación.
En enero de 2024, la FGR anunció contar con elementos suficientes para reforzar la teoría de la existencia de un segundo tirador en el mitin de Colosio. Los investigadores afirmaron que disponían de un «gran acervo de pruebas» para implicar a Sánchez Ortega en el homicidio. Este enfoque contrasta con la decisión anterior de la PGR, que lo había liberado al no encontrar suficientes evidencias en su contra. Pese a este nuevo giro, un juez de distrito no otorgó una orden de aprehensión contra él.
La FGR, junto con López Obrador, ha vinculado a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad durante la administración de Felipe Calderón, con el caso del asesinato de Colosio. Los funcionarios apuntan que García Luna, entonces subdirector de Operaciones del CISEN, pudo haber facilitado la huida de Sánchez Ortega tras el crimen. Cabe destacar que García Luna fue condenado en octubre de 2024 a 38 años de prisión en Estados Unidos por narcotráfico y delincuencia organizada.
Según el expediente de la Fiscalía, Sánchez Ortega recibió instrucciones para seguir el mitin de Colosio solo tres horas antes de la llegada del candidato a Tijuana. Nacido en Sinaloa y radicado en Tijuana, contaba con apenas siete meses de servicio en el CISEN en ese momento. Al día siguiente de su primera detención, el exagente afirmó que la sangre en su ropa provenía de haber cargado el cuerpo de Colosio y aseguró no haber disparado un arma en más de dos años. Este nuevo arresto lo llevará a nuevamente enfrentar las acusaciones que lo vinculan al asesinato.