Colombiano sobrevive ataque de EE. UU. a narcosubmarino y queda libre

Colombiano sobrevive ataque de EE. UU. a narcosubmarino y queda libre

Jonathan Obando Pérez, uno de los dos sobrevivientes del ataque estadounidense contra un presunto narcosubmarino en el mar Caribe el 16 de octubre, ha recuperado su libertad. Obando fue dado de alta el pasado 28 de octubre tras ser internado en el Hospital de Kennedy en Bogotá, donde permaneció hasta su recuperación. Según fuentes médicas, salió del hospital por sus propios medios, y hasta el momento, la Fiscalía colombiana solo ha iniciado una indagación preliminar sin elementos suficientes para proceder a una investigación formal.

A su repatriación, el ministro del Interior, Armando Benedetti, indicó que Obando sería procesado porque supuestamente estaba involucrado en el tráfico de drogas. Al llegar a Colombia, Obando presentaba graves traumas cerebrales y requería asistencia respiratoria tras el bombardeo. El propio Donald Trump había afirmado que sería detenido y procesado una vez en su país.

Según una fuente del Ministerio Público colombiano, la investigación actual no ha encontrado pruebas que apunten a que Obando hubiese cometido algún delito dentro del territorio nacional. Dado que la embarcación fue destruida y el ataque se llevó a cabo en aguas internacionales, resulta difícil demostrar su culpabilidad. Un funcionario de la dirección de antinarcóticos destacó que Obando no está obligado a declarar, pues no existe una orden que lo imponga.

La investigación indica que, de ser cierta la versión estadounidense, Obando podría haber sido un trabajador incidental en la operación, sin antecedentes penales ni vínculos con redes criminales. Se sugiere que pudo haber sido contratado para transportar la carga en lugar de ser un cerebro del narcotráfico, un fenómeno conocido como tercerización de actividades delictivas.

El otro sobreviviente del ataque, Andrés Fernando Tufiño, fue liberado en Ecuador el 20 de octubre, tras una evaluación médica similar que no encontró pruebas de actividad criminal. Sin embargo, un informe de Associated Press reveló que Tufiño tenía antecedentes penales en Estados Unidos por contrabando de drogas, por el cual había sido deportado.

Las autoridades colombianas inicialmente estimaban que Obando tomaría más tiempo para recuperarse. Sin embargo, una semana después de su repatriación, un informe médico indicaba que había mejorado significativamente, aunque ingresó con lesiones severas. Su alta se realizó sin difusión pública.

El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, ha denunciado que los bombardeos estadounidenses constituyen “ejecuciones extrajudiciales”, una afirmación respaldada por organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional. La campaña militar de Estados Unidos en aguas internacionales, que ha llegado al océano Pacífico, ha resultado en la muerte de al menos 64 personas, siendo Obando y Tufiño los únicos sobrevivientes.

Expertos jurídicos han señalado que la decisión de repatriar a Obando y Tufiño evita que Estados Unidos enfrente complicaciones legales relacionadas con la detención militar de presuntos narcotraficantes, dado que sus presuntos delitos no encajan claramente en las leyes de la guerra.

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