La Controversia del Término «Atorrantes» en la Actual Política Chilena
Recientemente, el jefe de campaña de Evelyn Matthei generó controversia al referirse al actual Gobierno como un “Gobierno de atorrantes”. Este término, que trasciende la simple crítica política, tiene connotaciones profundas en el ámbito sociológico. No se trata solo de descalificar la gestión del Ejecutivo, sino de utilizar un insulto cargado de clasismo y desdén, asociado a la vagancia y la marginalidad social. Llamar a alguien atorrante implica despojarlo de legitimidad, relegándolo a una posición inferior y estigmatizándolo ante la sociedad.
Impacto en la Representación Social
El uso de este término no solo afecta al Gobierno, sino también a sus seguidores, quienes pueden ver en esta administración una promesa de inclusión. Esta clase de discurso polarizador puede llevar a que amplios sectores de la población, históricamente sensibles al estigma, se mobilicen no en silencio, sino a través del voto, lo que podría influir de manera significativa en las próximas elecciones. En un contexto donde cada voto cuenta, ofender a quienes se sienten representados por el Gobierno puede ser un error estratégico mayor.
Desesperación y Desconexión
El uso de un lenguaje tan ofensivo por parte de un joven abogado y exdiputado del comando de Matthei sugiere no solo un intento de captar la atención en una campaña electoral crucial, sino también una desconexión con la realidad sociocultural de la población. El insulto, que intentaba ridiculizar al adversario, terminó por revelar la distancia que aún existe entre ciertas élites y el resto de la sociedad, evocando lo que Pierre Bourdieu denomina violencia simbólica y mostrando el poder que se ejerce a través del lenguaje.
Resultados Contradictorios
Si se asumiera que el Gobierno está compuesto por personas ineptas, habría que cuestionar el éxito en áreas como salud, vivienda y gasto fiscal. A pesar de los errores cometidos, como la larga espera por el proceso constitucional que frenó reformas necesarias, estos desafíos también ofrecen oportunidades de aprendizaje político. La evolución de un liderazgo se basa en la capacidad de aprender de las experiencias, buenas o malas.
El Futuro de la Política en Chile
A medida que se acercan las elecciones, la polarización generada por comentarios despectivos como el de “atorrantes” podría ser un desafío adicional. Chile avanza, pero el progreso será difícil si continúa la soberbia de clase. Este episodio podría transformarse en una lección sobre la importancia del respeto y la inclusión en la política, y una oportunidad para que el Gobierno de Gabriel Boric use el término como un símbolo de resiliencia y conexión con la ciudadanía.
Mientras tanto, los políticos chilenos deberán reflexionar sobre el impacto de sus palabras, recordando que los insultos pueden regresar como boomerangs. La verdadera prueba será demostrar que, con trabajo, autocrítica y cercanía, se puede gobernar sin actitudes elitistas, ya que al final, los logros perduran más allá de los agravios.