Una jueza penal de garantías de Bogotá ha decidido este miércoles imponer la detención preventiva de Juan Carlos Suárez Ortiz, uno de los acusados por el homicidio de Jaime Esteban Moreno, cometido el 31 de octubre. La resolución de la jueza responde a la solicitud de la Fiscalía General de la Nación y del representante de las víctimas, quienes sostuvieron que Suárez representa un peligro para la comunidad y podría evadir la justicia. “Las consideraciones que indican su riesgo de no comparecer a juicio están claramente fundamentadas”, afirmó la magistrada.
La jueza también enfatizó que Suárez actuó con premeditación y dolo, con intenciones manifiestas de acabar con la vida de Moreno, un estudiante de 20 años de la Universidad de Los Andes. Destacó la falta de arrepentimiento del acusado, quien continuó agrediendo a Moreno incluso cuando este se encontraba en estado crítico, lo que evidenció su desprecio por la vida humana: “No cesó en los golpes, y se devolvió a propinarle otras dos patadas”, subrayó.
Además, la jueza señaló la conducta de Suárez al evadir las autoridades tras el ataque. Este huyó del lugar al escuchar las sirenas policiales, no sin antes “compartir” y “jactarse” de lo ocurrido. Suárez enfrenta cargos como coautor del delito de homicidio agravado, con una posible pena de 40 a 50 años de prisión. Durante la audiencia de imputación, ha negado los cargos.
“Permanece tranquilo después de haberlo hecho”, insistió la jueza. “Si no se impusiera la medida preventiva, se enviaría un mensaje erróneo y peligroso a la sociedad”, that aseguró que la liberación de Suárez representaría una amenaza para la integridad de Juan David Cárdenas, amigo de Moreno, quien lo defendió durante el ataque.
El tribunal mencionó que los argumentos de la defensa se desvían de los hechos probados, como cuando argumentan que la agresión no fue coordinada o que los golpes fueron “suaves”. En contraste, el abogado de las víctimas, Francisco Bernate, sostuvo que la detención preventiva es necesaria y adecuada.
Un video de seguridad grabado en las cercanías de la discoteca muestra cómo Suárez ataca a Moreno mientras Cárdenas intenta detenerlo. Suárez derriba a Jaime y lo golpea con puños y patadas. A pesar de los esfuerzos de Cárdenas por intervenir, un segundo agresor, identificado como Ricardo González Castro y que llevaba una máscara de conejo, retoma la golpiza. El ataque concluye con Moreno tendido en el suelo, incapacitado.
Suárez fue detenido el mismo día del crimen junto a Kaleidymar Paola Fernández Sulbarán, la mujer que vestía de azul, y Bertha Parra Torres, ambas liberadas posteriormente sin vínculo con el caso. Más de una semana después, González se entregó a las autoridades en Cartagena, a más de 1.000 kilómetros de Bogotá. La Fiscalía también lo ha acusado de homicidio y solicitó prisión preventiva, argumentando que su conducta fue intencional y que carece de arraigo en su comunidad.
La defensa de González argumenta que no tiene antecedentes de peleas y que llegó a Bogotá en diciembre de 2024 en busca de oportunidades. Además, enfatizan que se presentó de manera voluntaria ante la justicia. González trabaja en una venta de perros calientes en el centro de Bogotá. La audiencia para determinar su posible detención se llevará a cabo el 13 de noviembre.