Estudiantes de La Plata y la Transformación Económica de Colombia
En 1966, el equipo de fútbol Estudiantes de La Plata reflejaba la situación de la economía colombiana: ambos eran considerados pequeños en sus respectivos contextos, con campeonatos reservados para los más grandes. A este equipo llegó Osvaldo Zubeldía como director técnico, quien dejó una huella profunda en el fútbol argentino, comparable al papel que Rodrigo Botero Montoya desempeñó en la economía de Colombia durante las últimas cinco décadas.
La Mentalidad de Zubeldía y su Legado
Zubeldía afirmaba: “Cuando llegué al fútbol, estaba todo inventado. Lo único que hice fue sistematizar las experiencias recogidas”. Su enfoque se centró en el trabajo arduo y la disciplina, logrando que Estudiantes mantuviera posiciones en todo el campo, lo que inhibía al equipo contrario. Esta mentalidad fue clave para el triunfo del equipo, que culminó en la conquista de tres Copas Libertadores (1968, 1969 y 1970) y otros campeonatos internacionales.
La victoria de Estudiantes fue celebrada como un triunfo de una nueva mentalidad en el deporte, caracterizada por un grupo de jóvenes dispuestos a trabajar hacia un objetivo común. Zubeldía, consciente de que el éxito no era el final, buscaba siempre más, lo que llevó a un periodo de grandes logros en el fútbol argentino.
El Impacto de Zubeldía en Colombia
En los años setenta, Zubeldía se trasladó a Colombia, donde su influencia se hizo sentir en el fútbol local y en la preparación de los jugadores para el campeonato mundial de 2026. Su legado fue heredado por reconocidos directores técnicos como Francisco ‘Pacho’ Maturana, José Néstor Pekerman y Néstor Lorenzo, quienes continuaron promoviendo una filosofía de trabajo duro y transformación cultural en el deporte colombiano.
Transformaciones en la Economía Colombiana
Al igual que en el fútbol, la economía colombiana también experimentó significativas transformaciones a lo largo de los años. Desde finales de los años sesenta, figuras como Carlos Lleras Restrepo y Rodrigo Botero Montoya iniciaron cambios que estabilizaron el manejo cambiario y fomentaron el crecimiento económico. En los años setenta, Lauchlin Currie implementó estrategias para dinamizar el sector de la vivienda y ayudar a las clases medias y bajas urbanas.
Las reformas continuaron con Eduardo del Hierro y Jaime García Parra, quienes transformaron la industria petrolera y el sector externo de la economía. A finales de los años ochenta, Luis Fernando Alarcón y María Mercedes Cuéllar lideraron la liberalización comercial, seguida por César Gaviria y un equipo de economistas que llevaron adelante reformas profundas que beneficiaron al país.
La Evolución Reciente y Desafíos Futuros
Durante las primeras décadas del siglo XXI, economistas como Juan Camilo Restrepo y Juan Manuel Santos implementaron un saneamiento económico, mientras que el Plan Colombia, desarrollado por Jaime Ruiz y Luis Alberto Moreno, mostró resultados positivos. Sin embargo, en la última década, Colombia enfrentó un aumento significativo de la deuda pública, lo que amenaza su sostenibilidad fiscal y económica.
Es crucial retomar un camino de disciplina y prudencia económica, similar al que caracterizó a la era de Zubeldía en el fútbol. Una nueva generación de políticos y economistas debe asumir la responsabilidad de revitalizar la economía, utilizando la buena pedagogía y la imaginación para asegurar el crecimiento y la prosperidad.
