Angélica Liddell Reflexiona sobre su Muerte Inspirada en Mishima

Angélica Liddell Reflexiona sobre su Muerte Inspirada en Mishima

Estreno de Seppuku de Angélica Liddell en el Festival Temporada Alta

Este sábado a las cinco de la madrugada, un autobús proporcionado por la organización del festival Temporada Alta aguardaba en el centro de Girona. Periodistas, críticos y programadores teatrales de diversos puntos de Europa se reunieron para asistir al estreno del esperado espectáculo de Angélica Liddell, programado para las 5:45 a.m. en el Teatre de Salt, ubicado en las afueras de la ciudad.

Un inicio simbólico

La galardonada con el Premio Nacional de Teatro, Angélica Liddell, eligió esta hora para dar comienzo a su obra, permitiendo que los espectadores abandonaran la sala justo al amanecer, a las 7:45 a.m. Esta elección no fue arbitraria; se inspiró en la tradición japonesa del seppuku, una ceremonia ritual asociada al suicidio, emblemática en la obra del escritor Yukio Mishima, quien se convirtió en su fuente de inspiración.

Expectativas récord

Al llegar al Teatre de Salt, la cafetería mostraba una intensa actividad, similar a un after hour repleto de clientes. Algunos asistían por hobbie, mientras que otros llegaron motivados por el fervor hacia Liddell. Narcís Puig, director del festival, informó que las entradas para ambas funciones programadas se agotaron en solo cuatro minutos. A pesar de que se divulgó poca información sobre el espectáculo, Liddell ha mantenido una base de seguidores leales desde hace años.

El nivel de expectación por las obras de Liddell es consistentemente alto. Su estilo provocador ha incluido actuaciones extremas en el pasado y esta vez no fue la excepción, al tratar un tema tabú como el suicidio en el contexto de una figura tan polémica como Mishima, cuyo centenario se celebra este año.

Un espectáculo impactante

La voz de Mishima resonaba en el ambiente mientras el público se acomodaba, iniciando con una grabación de una conferencia realizada en la Universidad de Waseda, Tokio, en 1968. La obra empezó con un fragmento de su relato Patriotismo, que describe vívidamente un suicidio ritual, representado en el escenario con movimientos del teatro tradicional japonés por el bailarín Ichiro Sugae y el actor Kazan Tachimoto.

Desde el inicio, el espectáculo estableció un tono entre lo violento y lo lírico, evocando una atmósfera ceremonial. Liddell proyectó fotografías que había tomado en 2010, imaginando su propio suicidio. Durante la función, recordó muertes de personas cercanas mientras se vestía con prendas representativas de cada una de ellas y realizaba actos que sorprendieron al público, tales como quemar cenizas que dijo pertenecían a sus padres.

La búsqueda de la muerte

Desde el inicio de su carrera, la muerte ha sido un tema recurrente en la obra de Liddell y también en la literatura de Mishima. A los 59 años, Liddell sigue explorando esta pulsión en su trabajo. Su reciente obra Seppuku podría ser parte de una trilogía que incluye Vudú (3318) Blixen y Dämon. El funeral de Bergman.

Una conexión única con el público

Liddell se presenta en el escenario como una sacerdotisa, confrontando a los espectadores con la muerte desde lo estético. Los asistentes fueron testigos de un espectáculo intenso que culminó con aplausos entusiastas, mientras amanecía en Girona.

El festival en su apogeo

El estreno de Seppuku ha sido uno de los eventos destacados de la actual edición del festival Temporada Alta, que comenzó el 18 de septiembre y se extenderá hasta el 12 de diciembre. Esta semana también se celebró Big Bang, un conjunto de espectáculos de vanguardia destinados a las giras, con la participación de programadores nacionales e internacionales. Entre ellos, se han presentado obras de Miet Warlop, Marina Otero y la Agrupación Señor Serrano, entre otros.

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