El asesinato del universitario Jaime Esteban Moreno tras una fiesta de Halloween ha reavivado el debate sobre la regulación de la vida nocturna en Bogotá. La alcaldía, liderada por Carlos Fernando Galán, ha manifestado su intención de avanzar con la política pública ‘Bogotá Productiva 24 Horas’, que busca potenciar la oferta económica nocturna de la ciudad. Esta estrategia incluye un nuevo modelo de gobernanza para la actividad nocturna, así como la mejora del transporte, el embellecimiento del espacio público y el fomento de una cultura ciudadana que reduzca el miedo a salir por la noche.
Retos en la implementación de políticas nocturnas
Sin embargo, miembros del Concejo Distrital han expresado su preocupación sobre la falta de avances en esta propuesta. La concejal del Polo Democrático, Donka Atanassova, líder de la bancada de economía nocturna, ha señalado que la política enfrenta retrocesos desde su concepción. Según Atanassova, se asignó un presupuesto mínimo y se carece de un análisis zonal que considere las dinámicas nocturnas en diversas áreas de la capital. “No se trata solo de promover la rumba, sino de reorganizar el transporte y los turnos laborales, así como de crear una institucionalidad que aborde el cuidado durante la noche”, afirmó.
Inquietudes sobre la seguridad y la vida nocturna
La concejal Sandra Forero, del Centro Democrático, también ha destacado que la inseguridad, como la que denuncian los ciudadanos tras el asesinato de Moreno, está relacionada con la falta de oferta de servicios que permita a Bogotá funcionar las 24 horas. Ha calificado de “ridículo” que la ciudad de casi ocho millones de habitantes deba limitar su actividad a las 10 de la noche, dificultando que los estudiantes nocturnos encuentren opciones para comer o transportarse de manera segura.
A pesar del compromiso de la administración de Galán de presentar su política de Bogotá 24 horas antes de junio de 2026, el tema no es reciente. Desde 2018, el Acuerdo 706 ordenó su diseño, y un proyecto piloto realizado en 2020 con más de 5,000 comercios de 13 zonas dispersas de la ciudad mostró ligeros aumentos en ventas y mejoras en aspectos como movilidad y percepción de seguridad.
Zonas de actividad nocturna y críticas a nuevas normativas
En 2023, la administración previa de Claudia López introdujo una estrategia para potenciar la economía nocturna, identificando zonas específicas con una oferta económica en horarios no convencionales, como la Calle 85 y el Parque de la 93. Sin embargo, la bancada de Bogotá 24 ha manifestado su insatisfacción, presentando incluso un derecho de petición para exigir información sobre el avance de estas políticas.
Por otro lado, el decreto 293, que limita la actividad nocturna hasta las tres de la mañana y prohíbe la venta de alcohol en supermercados y licorerías después de las 11:59 p.m., ha sido objeto de críticas. Según Eduardo Montoya, director de la Asociación de Bares y Restaurantes de Colombia (Asobares), estas restricciones no solo no solucionan los problemas de seguridad, sino que fomentan la informalidad, favoreciendo a quienes operan fuera del marco legal.
Percepciones de los jóvenes sobre la nómina nocturna
A medida que aumentan las quejas sobre seguridad, muchos jóvenes expresan su frustración por la falta de espacios seguros en Bogotá. Francisco Mendoza, gestor cultural, destaca que la ciudad debe mejorar su oferta de espacios públicos que permitan disfrutar de la vida nocturna. También se señala que los lugares de entretenimiento han cambiado, obligando a la gente a optar por espacios cerrados, que, aunque ofrecen alternativas, limitan la experiencia nocturna.
El estudiante Alejandro Soto, por su parte, reconoce que la situación de seguridad y las condiciones en los locales nocturnos son preocupantes. Según él, las discotecas enfrentan problemas de sobrecupo y ventilación, lo que afecta la tranquilidad de sus visitantes. “Cada vez son menos los lugares que garantizan seguridad y confort”, concluyó.