La jueza Julieta Makintach, quien se encontraba a cargo del juicio relacionado con la muerte de Diego Armando Maradona, fue destituida este martes. Un jurado de enjuiciamiento de Buenos Aires tomó esta decisión por unanimidad, además de inhabilitarla de por vida para ejercer cualquier cargo judicial. El juicio, que abordaba el presunto homicidio simple del legendario futbolista y director técnico argentino y que involucraba a sus médicos y enfermeros, fue anulado. Se prevé que un nuevo proceso comience en marzo.
En una sentencia de 115 páginas, el jurado detalló la responsabilidad de Makintach en varios aspectos, incluyendo: “incumplimiento de los deberes inherentes a su cargo”, “realización de actos de parcialidad manifiesta” y “desarrollo de actividades incompatibles con la dignidad y austeridad que el cargo judicial impone”.
Justicia divina era el título de un documental que se estaba grabando clandestinamente con Makintach como protagonista. En mayo de este año, durante el juicio por la muerte de Maradona en 2020, se filtraron imágenes de la jueza en la sala de audiencias, a pesar de la prohibición de grabar. Posteriormente, también circularon videos de ella hablando a cámara y posando en el despacho, lo que desató un escándalo inmediato, llevando a todos los involucrados en el juicio a solicitar la suspensión y posterior nulidad del proceso.
Hilda Kogan, presidenta del jurado de enjuiciamiento y de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, enfatizó que “la magistrada excedió los límites propios del ejercicio de la función judicial” al involucrarse en un proyecto comercial relacionado con el juicio. En sus explicaciones, Makintach no logró desvanecer la impresión de parcialidad y la irregularidad durante el proceso, lo que llevó a concluir que su accionar estaba más orientado a ganar notoriedad pública que a impartir justicia. También se la culpó por el uso indebido de recursos del Poder Judicial.
Sin la presencia de la jueza destituida, el veredicto fue leído en los tribunales de La Plata en una sala donde solo asistieron algunos familiares de Maradona, incluyendo a su hijo menor, Diego Fernando, y su madre, Verónica Ojeda. Tras conocer la sentencia, Mario Baudry, abogado y actual pareja de Ojeda, expresó que “el tribunal actuó como debía”, y añadió que la justicia penal ahora tiene “las manos libres para continuar investigando” dado que Makintach no tiene fueros.
Además de su destitución e inhabilitación, Makintach enfrentará una causa penal por su actuación, perdiendo también el derecho a una jubilación de privilegio como miembro del Poder Judicial.
Por otra parte, Rodolfo Baqué, uno de los abogados involucrados, solicitó un juicio político para los otros jueces que formaron parte del tribunal junto a Makintach: Verónica Di Tommaso y Maximiliano Savarino. Según Baqué, ambos “sabían de la existencia de personas no autorizadas en la sala de debate con cámaras de filmación” y no denunciaron dicha irregularidad.