El magistrado Rafael Guerra ha sido reelegido este viernes como presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Ciudad de México. Guerra logró más de los dos tercios necesarios, obteniendo 60 votos de un total de 79, lo que le permite continuar en el cargo. Este jurista, cercano al expresidente Andrés Manuel López Obrador y en funciones desde 2019, iniciará su tercer mandato al frente del tribunal, a pesar de las demandas de cambio tras el asesinato del abogado David Cohen y las protestas de los trabajadores. Cabe destacar que esta ha sido la última elección que se realizará mediante el voto de los magistrados, ya que las próximas elecciones en 2027 serán de carácter popular.
La reelección de Guerra representa un revés para sus opositores, incluidas Rosalba Guerrero y Celia Marín, quienes esperaban un cambio en la dirección del TSJ. Ambas habían confesado que el clima había variado en comparación con elecciones anteriores, donde Guerra había consolidado su poder. En esta votación, Guerra fue uno de los cinco candidatos que buscaban la presidencia del alto tribunal capitalino; sus competidores incluyeron a Ramón Alejandro Sentíes Carriles, quien obtuvo seis votos, y Rosalba Guerrero, con diez. Celia Marín y Arturo Eduardo García Salcedo consiguieron un voto cada uno.
Durante su intervención antes de la votación, Guerra enfatizó su compromiso con la clase trabajadora, señalando que «las mujeres y hombres que integran la base trabajadora son el principio y el final de nuestra institución». Además, destacó que el poder judicial de la Ciudad de México enfrenta un reto y una oportunidad para demostrar que la justicia puede ser «humana y sensible».
Esta elección se produce tras el asesinato del abogado David Cohen, quien falleció en octubre después de recibir varios disparos cerca de la sede del TSJ. Este trágico evento ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad en la capital, y algunos expertos interpretaron la reelección de Guerra como una respuesta a su supuesta relación con Cohen. Sin embargo, el presidente del TSJ desmintió tales afirmaciones, aclarando que no había programado ningún encuentro con Cohen.
Mientras se llevaba a cabo la votación, trabajadores del TSJ se manifestaban en las cercanías de la Ciudad Judicial en contra de la reelección de Guerra. Los protestantes expresaron su descontento por las condiciones laborales deterioradas, los bajos salarios y el retraso en los tribunales, exacerbado por la extinción de 24 juzgados civiles y 12 de materia familiar, una medida implementada por Guerra para dar paso al nuevo Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares.
Rafael Guerra ha demostrado una fuerte influencia en el TSJ, y aunque debía cesar sus funciones el 1 de septiembre, logró que el Congreso de la Ciudad de México le permitiera presentarse nuevamente como candidato, prorrogando su mandato hasta finales de año. Intentó también ser candidato a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pero no logró calificar en el proceso debido a su promedio académico.