Cartagena de Indias: Una ciudad en riesgo ante el aumento del nivel del mar
Manhattan, Venecia y Cartagena de Indias son destinos turísticos que enfrentan una preocupante realidad: el aumento del nivel del mar está afectando sus bahías. En Cartagena, estudios recientes indican un aumento promedio de siete milímetros anuales en las últimas dos décadas, lo que la convierte en la segunda ciudad del Caribe con mayor riesgo, solo superada por algunas zonas del sur de Haití. Este fenómeno está relacionado, en gran medida, con el deshielo acelerado de los casquetes polares, impulsado por las emisiones de gases de efecto invernadero.
Factores naturales y geológicos que agravan la situación
Sin embargo, el caso de Cartagena presenta particularidades. De acuerdo con el biólogo marino Juan Darío Restrepo, el 41% del incremento en el nivel del mar se atribuye a factores geológicos. “La naturaleza también juega su papel”, destaca. La bahía tiene más de 80 orificios volcánicos de gas submarino que, al erupcionar, liberan lodo y causan hundimientos en la ciudad. También se han notado impactos graves recientes tras el paso del huracán Melissa, que inundó calles y afectó comunidades vulnerables.
Inundaciones y cambios climáticos
Las lluvias torrenciales y las marejadas ciclónicas han evidenciado la vulnerabilidad de Cartagena. Restrepo señala que anteriormente, las inundaciones graves eran un fenómeno poco frecuente, con solo dos o tres al año. Actualmente, la cifra asciende a unas 15, demostrando un aumento alarmante en la frecuencia de estos eventos. Este incremento se acompaña de un aumento de 50 centímetros en las mareas, causando problemas adicionales.
Subsidencia y sus consecuencias
Otro factor que complica la situación en Cartagena es el fenómeno de subsidencia, que implica el hundimiento gradual del terreno. Un estudio publicado en 2022 advierte que, en el caso de no adoptar medidas correctivas, el descenso podría ser de ocho milímetros anuales hacia 2050. Además del peso de la infraestructura en la ciudad, la red hídrica que desemboca en la bahía contribuye a la acumulación de sedimentos que favorecen este proceso.
Soluciones insuficientes y desafíos futuros
Las autoridades locales han implementado espolones de roca para frenar la erosión costera, pero expertos como Restrepo critican esta estrategia, argumentando que resulta ineficaz en el tipo de suelo de la bahía. Shimon Wdowinski, académico de la Universidad Internacional de Florida, añade que la efectividad de estas barreras varía con las condiciones geológicas del terreno.
Restrepo señala que, a pesar de las medidas, el agua seguirá infiltrándose, y esto se convierte en una forma de silenciar las quejas de las comunidades afectadas por trabajos de dragado. Esta situación demuestra los retos ambientales y sociales que enfrenta una ciudad rica en historia y patrimonio, pero que también lucha con altos índices de pobreza y desigualdad.
Urgencia de cambios estructurales
Para enfrentar esta crítica situación, Restrepo sugiere la necesidad de una evaluación hidráulica exhaustiva, que incluya la creación de estructuras y canalizaciones adecuadas. Señala que es esencial limpiar los canales obstruidos y mejorar el sistema de alcantarillado, que actualmente no da abasto durante la temporada alta de turismo. “Cartagena es un diamante construido por encima, pero colapsado por debajo”, concluye Restrepo.