Álvaro Uribe está tomando pasos cuidadosos hacia las elecciones de 2026. Tras su absolución en un proceso que ha durado siete años, el expresidente colombiano dedicó un breve momento ante las cámaras para afirmar que siempre ha hablado con la verdad a Colombia, sin aceptar preguntas o emitir comentarios sobre sus críticos, incluyendo al senador Iván Cepeda, quien ganó recientemente la consulta de la izquierda. Cepeda, apoyado por el Pacto Histórico, movilizó más de dos millones de votos, mientras que Uribe, desde su finca en Rionegro, Antioquia, mueve los hilos de una nueva coalición de derecha con la vista puesta en los comicios de marzo de 2026.
El viernes, Uribe se reunió con César Gaviria, expresidente y actual director del Partido Liberal. Gaviria, quien ha estado en la política durante ocho años, se ha posicionado como un oponente relevante al presidente Gustavo Petro de cara a las elecciones venideras. Este encuentro marca un cambio notable en la relación entre ambos, que anteriormente se caracterizaba por la rivalidad, como se evidenció en el 2014 cuando Gaviria lo llamaba «mentiroso». Sin embargo, ambos expresidentes se unieron en la década de los noventa para aprobar la Ley 100, que estableció el sistema de salud actual, actualmente en revisión bajo el liderazgo de Petro.
Uribe, bajo el mismo paraguas de austeridad que caracterizó su mandato, busca no solo reivindicar políticas de seguridad, sino también abordar temas sociales críticos. En declaraciones tras la reunión, comentó: “Mientras fracasan en lo social, desacreditan lo que ha tenido éxito en lo social”, refiriéndose a la gestión del actual gobierno. Además, insistió en la necesidad de reinvertir en salud y pensiones como parte de su estrategia.
Gaviria también destaca la importancia de crear una coalición sólida que sume fuerzas electorales en las próximas elecciones. “Estamos organizándonos para construir una coalición de partidos que aporte en volumen electoral”, indicó. Uribe mostró satisfacción ante esta propuesta, afirmando que en el Centro Democrático están motivados para contribuir a esta unión.
Uribe también ha reactivado conversaciones con Germán Vargas Lleras, exvicepresidente y líder del partido Cambio Radical. “Lo siento en una disposición de buena voluntad”, manifestó el expresidente respecto a Vargas Lleras, quien ha intentado unir a la derecha sin éxito en el pasado. Este año, la esperanza de Uribe es reducir el número de aspirantes para tener un candidato más compacto.
Uribe dijo haber mantenido contacto también con figuras como Sergio Fajardo y Juan Daniel Oviedo, mostrando su influencia actual en el espectro político. Su habilidad para sumar apoyos es confirmada por el interés de varios candidatos de derecha en asegurar su respaldo, un indicador de su relevancia política a pesar de la baja popularidad que enfrentó en los últimos años con Iván Duque como presidente.
Recientemente, el exmandatario también se reunió con Ingrid Betancourt, quien expresó su gratitud por la candidatura de Juan Carlos Pinzón, exministro de Defensa y afín al uribismo. Betancourt compartió que en su charla discutieron sobre una colaboración para «rescatar a Colombia» y asegurar el bienestar de los ciudadanos, enfatizando que se oponen a una «narco dictadura».
Esta gran coalición que incluye a Gaviria, Betancourt y posiblemente a Vargas Lleras, tendrá que afrontar la consulta presidencial del Centro Democrático. Este proceso, que definirá el candidato del partido, se gestionará bajo la dirección de Uribe, que sigue manteniendo un papel central en la política colombiana.