La inflación en Argentina experimentó una leve aceleración tras cuatro meses por debajo del 2%. En septiembre, el índice de precios registró un aumento del 2,1%, acumulando un 22% en lo que va de 2025. Este dato fue divulgado el mismo día en que el presidente Javier Milei se reunió con Donald Trump en la Casa Blanca, buscando asegurar un rescate económico de Estados Unidos para su frágil plan financiero.
El Gobierno de Milei, de tendencia ultraderechista, esperaba un día favorable, especialmente con las elecciones legislativas nacionales a la vista, programadas para el 26 de noviembre. Sin embargo, la jornada presentó varios desafíos. A pesar del respaldo de Trump, se condicionó a un buen desempeño en las elecciones, lo que generó inestabilidad en el mercado financiero argentino, impactando negativamente los bonos y acciones del país. Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja sus proyecciones para la economía argentina.
La leve subida de la inflación se erigió como el dato menos desfavorable del día para Milei. En los meses anteriores, el índice de precios se había mantenido relativamente estable, oscilando entre el 1,5% y el 1,9%. No obstante, se anticipaba un aumento en septiembre debido a la depreciación del peso argentino frente al dólar, confirmada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El informe de Indec detalló que la inflación mensual de septiembre fue del 2,1%, mientras que la tasa interanual alcanzó el 31,8%. A pesar de considerarse una cifra baja en comparación con otros años en Argentina, el informe indicó que varios sectores registraron incrementos superiores al 3% en el último mes.
Los sectores con mayores aumentos fueron vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, que marcaron un incremento del 3,1%. También en educación se registró el mismo aumento. El rubro de transporte siguió con un 3% de incremento. Por otro lado, el sector de restaurantes y hoteles vio el menor ajuste con solo un 1,1%, afectado por la disminución del consumo. Los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas, cruciales para el análisis de pobreza, aumentaron un 1,9%.
El FMI también hizo ajustes en sus proyecciones económicas para Argentina. En su informe sobre las Perspectivas Económicas Mundiales, se estima ahora un crecimiento del PIB del 4,5% para 2025, en contraste con el 5,5% pronosticado anteriormente. En cuanto a la inflación, se había previsto inicialmente un 35,9% anual, pero se ajustó hacia arriba y se espera que alcance el 41,3%.
Las proyecciones del FMI para 2026 contrastan notablemente con las optimistas del Gobierno de Milei. El informe estima un crecimiento del 4% y una inflación del 16,4%. Por su parte, el presupuesto de Milei prevé un aumento del PIB del 5% y una inflación del 10% anual.