ONU recomienda moratoria en construcción de centros de datos: “Suicidio anunciado”

EL PAÍS

Impacto de la Inteligencia Artificial y Criptomonedas en el Consumo de Agua y Energía

El crecimiento acelerado de la inteligencia artificial (IA) y las criptomonedas ha llevado a un notable incremento en el número de megacentros de datos. Este fenómeno ha suscitado preocupaciones significativas sobre el uso de recursos naturales. El informe El nexo entre el agua y la energía, elaborado por el Relator Especial de Naciones Unidas sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, destaca que este crecimiento conlleva importantes demandas de agua y un aumento dramático en el consumo de electricidad, lo que plantea serios riesgos para los ecosistemas acuáticos.

Centros de Datos: Infraestructura Vital y sus Demandas

Los centros de datos son esenciales para la digitalización moderna, albergando datos en la nube y realizando cálculos tanto para la minería de criptomonedas como para aplicaciones remotas. Estas instalaciones requieren grandes cantidades de energía y agua, ya que la refrigeración de los sistemas es crucial para su funcionamiento continuo. El informe de la ONU menciona que aunque no se conoce el número exacto de centros de datos en el mundo, algunas estimaciones apuntan a más de 10.000.

Durante su segundo día en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un plan de inversiones de 500.000 millones de dólares para impulsar la IA. Este proyecto se destinará en gran parte a la construcción de centros de datos y plantas energéticas que los alimenten, lo que contrasta con las recomendaciones del relator especial de la ONU, Pedro Arrojo.

Recomendaciones para un Uso Sostenible

El informe de la ONU urge a los estados e instituciones internacionales a establecer una moratoria en la construcción de nuevos centros de datos. Se necesita un análisis sobre su consumo de agua y energía, así como un estudio de los riesgos que representan para el cambio climático, la sostenibilidad de los ecosistemas acuáticos y los derechos humanos de las poblaciones desfavorecidas.

El relator Arrojo enfatiza que es fundamental tener transparencia respecto a los contratos de suministro de agua y energía. En Irlanda, por ejemplo, se evidenció esta falta de información en un informe parlamentario que reveló que no existía un registro público detallando las necesidades de recursos de los centros de datos.

Escasez y Derechos Humanos en la Mira

El informe también se pregunta sobre las prioridades de uso del agua en situaciones de sequía. Arrojo plantea inquietudes sobre si los acuerdos establecidos priorizarían el acceso al agua para estos centros por encima de necesidades como el riego o el abastecimiento de agua potable. Aclarar estas cuestiones es esencial para una discusión más amplia sobre el uso social y económico de los recursos.

Consumo de Agua y Energía en Números

Se ha estimado que, en 2018, la huella de agua de los centros de datos en Estados Unidos fue de 513 millones de m³, situándolos entre las diez industrias con mayor consumo de agua del país. Además, se proyecta que, debido a la creciente demanda de IA, se requerirán entre 4.200 y 6.600 millones de m³ de agua para 2027. Aunque este consumo es inferior al de otros sectores, como la agricultura, es una demanda adicional que debe ser considerada.

En términos energéticos, se anticipa que hasta el 12% de la electricidad consumida en Estados Unidos será destinada a los centros de datos. La demanda energética de esta industria ha llevado a discusiones sobre la posible necesidad de alimentar estos centros con reactores nucleares, en el contexto de que algunas empresas como Amazon y Google están buscando alianzas con la industria de los hidrocarburos.

Impacto en el Medio Ambiente y Derechos Humanos

El crecimiento de la necesidad de agua y electricidad por parte de los centros de datos podría comprometer el cumplimiento de los planes de mitigación de cambio climático y los derechos humanos relacionados con el acceso a agua potable. Arrojo advierte que el impulso hacia la inteligencia artificial podría desviar recursos cruciales, y subraya la necesidad de reconsiderar el impacto de esta industria en la sostenibilidad del planeta.

En su intervención en la Asamblea General de la ONU, Arrojo señaló la urgencia de establecer un marco que permita regular estos consumos, asegurando que la expansión de la inteligencia artificial no implique sacrificar los derechos fundamentales de las poblaciones más vulnerables.

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